(ANSA) NUEVA YORK - Los soldados norcoreanos enviados a luchar contra los ucranianos en nombre de su aliado Rusia han sido retirados del frente después de sufrir grandes pérdidas.
Lo revelaron fuentes estadounidenses y ucranianas citadas por el New York Times. El Kremlin se negó hoy a comentar la información.
Las tropas norcoreanas, enviadas para reforzar a las fuerzas rusas que intentan repeler una ofensiva ucraniana en la región rusa de Kursk, no han sido vistas en el frente desde hace aproximadamente dos semanas, dijeron los funcionarios, que pidieron bajo el anonimato.
La llegada de unos 12.000 soldados norcoreanos a Rusia en noviembre causó alarma en Ucrania y entre sus aliados en Occidente, que temían que su despliegue marcara una escalada significativa en la guerra que ya dura casi tres años (comenzó el 24 de febrero de 2022).
Pero en solo tres meses, las filas de Corea del Norte se han reducido a la mitad, según el general Oleksandr Syrsky, el comandante militar de más alto rango de Ucrania, citado por el NYT.
Las tropas ucranianas que lucharon contra los norcoreanos los describieron como “guerreros feroces”.
Pero la desorganización en sus filas y la falta de cohesión con las unidades rusas casi inmediatamente comenzaron a causar bajas entre los soldados de Pyongyang, dijo un funcionario ucraniano citado por el periódico estadounidense.
Según fuentes ucranianas, desde que llegaron al campo de batalla en Kursk, los soldados norcoreanos se encuentran en una situación de abandono y tienen que valerse por sí mismos. Con la ayuda de unos pocos vehículos blindados, rara vez se detuvieron para reagruparse o retirarse, avanzando de forma desorganizada bajo el fuego enemigo.
Desde noviembre de 2024, hasta 12.000 soldados de Corea del Norte han sido enviados a Rusia para reforzar las defensas frente a la contraofensiva ucraniana en la región fronteriza de Kursk, según informes de inteligencia occidental de Ucrania y sus países aliados. De este contingente, alrededor de 4.000 soldados han muerto o resultado heridos en los combates.
Según fuentes militares surcoreanas, los soldados del régimen norcoreano emplean tácticas brutales que incluyen ataques frontales masivos, detonación de granadas para evitar ser capturados y el uso de soldados como señuelos para drones enemigos.
Según el servicio de inteligencia surcoreano, las últimas palabras de un soldado norcoreano abatido en combate fueron “General Kim Jong-un”. El hombre prefirió la muerte, antes que la captura por parte de las tropas de Kiev.
Los soldados norcoreanos, en su mayoría jóvenes y entrenados, han adaptado sus estrategias al terreno, eliminando placas protectoras de sus chalecos y cascos para moverse más rápido. También usan trayectorias indirectas para evadir drones ucranianos y colocan minas antitanque en su avance, explicó a CNN un comandante ucraniano identificado como “Amur”